Harmonia libertaria: rayuela

Una sociedad universal de pequeñas ciudades libertarias, autogestionarias, ecológicas, un poco urbanas y un poco rurales, con tejados que son jardines comestibles (huertos con flores) y cada manzana (pero manzana redonda, no cuadrada)tenga un parque comunitario que es un huerto.

10.06.2005

Ciudad Rayuela

El Iris

Diario oficial de Harmonía Libertaria




Está próximo el traslado a Rayuela, nueva capital de Harmonía Libertaria

Ese brillo de tus ojos, yo miré y me estremecí, Alcaldesa de Ciudad Cronopio, anunció que todo está listo para el traslado de la capital de Harmonía Libertaria a la ciudad nueva, construida conforme a los deseos de tod@s l@s cronopi@s que hicieron llegar cientos de miles de sugerencias depositadas en buzones de colores, enviadas directamente al Consejo de Cronopios o chateadas con el portavoz de turno, un niño de siete años que es bien piola, bien siempre es y tiene un nick sorprendente: Mis pasos en esta calle resuenan en otra calle donde oigo mis pasos en esta calle donde sólo es real la niebla. Así, de un tirón.

Mestremesí, como prefiere firmar la Alcaldesa, convocó a los redactores de El Iris para explicar las diferencias entre Ciudad Cronopio y la nueva capital Rayuela.

LA ANTIGUA CAPITAL

Ciudad Cronopio es la antigua ciudad con sus interminables conurbaciones que no cambió mucho como hábitat desde el Grito Libertario que entregó la administración de la nueva República de Harmonía Libertaria al Consejo de Cronopios. La antigua ciudad tenía enormes paralelepípedos divididos en jaulas llamadas departamentos, sometida a una nube de aire contaminado por las emisiones de gas de un parque automotor demasiado grande, con gente atribulada y triste que sudaba ácido fórmico y adrenalina para pagar sus deudas bancarias, millonarios muertos de espanto ante la posibilidad de un asalto o un secuestro, niños y mujeres en las calles pidiendo limosna, gordos que comían a capricho y flacos de estómago y bolsillo vacíos, platudos que comían productos Light importados en conserva y pobres que se llenaban el buche con arroz, fideo papa y cuando más un trancapecho, parejas infelices, funcionarios encorbatados y de terno en pleno verano, bloqueos y protestas de los pobladores de las conurbaciones populares y batallones represivos que ahogaban la sonrisa de cualquiera con su presencia ominosa y gris.

La Alcaldía hizo esfuerzos por cambiar la fisonomía de la capital instituyendo fiestas tales como el Día de la Quema de Dinero, que fue un 21 de junio, durante el Solsticio de Invierno, la última vez en que se contaminó el ambiente a propósito con inmensas fogatas donde ardieron dólares, euros y moneda nacional en grandes piras colectivas. Meses después, el 21 de septiembre, día del Equinoccio de Primavera, se conmemoró la Caída de los Muros: meta a derribar muros perimetrales, verjas, rejas, cercas y barreras, y a destripar chapas, cerrojos, alcayatas y aldabas. El día en que se celebraba el antiguo aniversario patrio se derribaron estatuas de guerreros ecuestres, como la que había en la Plaza Principal, que fue sustituida por una escultura en bronce de Julio Cortázar, quien como Charles Fourier es también Mentor Mayor de la República de Harmonía Libertaria. Se instituyó el gobierno del Consejo de Cronopios, conformado por niños y niñas, hombres y mujeres seleccionados durante la administración anterior de un año calendario –del mes de Acuario al mes de Capricornio—por la intensidad de humor, amor y paz que irradien a los demás. Se instituyeron los ministerios del Amor y la Gastronomía como las más altas funciones del Consejo y un conjunto de normas amables y revisables por inspiración y no por resguardo de ningún tipo de intereses de grupo. Se ocuparon los grandes edificios de bancos e instituciones de lucro para convertirlos en vivienda y en las antiguas conurbaciones se plantaron decenas de miles de arbolitos.

Pero no fue suficiente: había que comenzar desde el diseño de la capital, y por eso se escogió el área más verde y amena de este hermoso valle para construir la nueva capital que será bautizada con el nombre de Rayuela, en homenaje a la novela máxima de Cortázar.

CARACTERÍSTICAS DE RAYUELA

Mestremesí, la Alcaldesa, luce un vestido de gasa de colores que permite ver las suaves ondulaciones de su cuerpo en su primera floración. Se ha teñido el pelo de color magenta y calza unas babuchas multicolores. Hace calor en la ciudad, pero la conferencia de prensa se celebra bajo la sombra de un molle añoso y los periodistas estamos rodeados de mesas de refrescos y bocadillos. Cuando sonríe se le forman hoyuelos en ambas mejillas y su dentadura perfecta refleja la luz de los flashes que le sacan fotos sin motivo, tan sólo para expresar la alegría de los reporteros. Propone un brindis por Rayuela y explica:
“¿Ustedes vieron alguna vez una manzana cuadrada? ¿No? Pues por ahí podemos comenzar. Rayuela es un conglomerado de manzanas, pero verdaderas manzanas en forma de manzana. Las viviendas de Rayuela tienen también forma de manzanas y sus techos son multicolores porque son jardines de plantas comestibles. ¿Han visto alguna vez la flor del tarhui? Un ramo de flores de tarhui es posiblemente más bello que un ramo de rosas, que ya es mucho decir. En Rayuela hay muchas casas con tejados de flores de tarhui. Otros tejados tienen huertos de maizal, de cebollar, de plantación de haba, arveja, frijol y en general legumbres y hortalizas. Otros tienen frutillares, enredaderas de mora o de tumbo, y otros son huertos de hierbas medicinales. En el corazón de cada manzana hay un huerto colectivo que admite una sección para criar unas cuantas vacas y otro tanto de cabras para que a nadie falte leche ni productos lácteos.
El Parque Central de Rayuela ha rescatado lo mejor del inmenso parque construido en Ciudad Cronopio trasladando todos sus monumentos a la nueva capital. Allí se juntan los rayueleños (aunque prefieren llamarse tunkuñas o coscojas) a la hora de las comidas, porque se instalan inmensas mesas de buffet de vivos colores. Asimismo la Minkha policial, que es un servicio civil por turnos, vigila a los cronopios para ofrecerles aperitivos, cafecitos, golosinas, salteñas, jugos de fruta o simplemente vasos de agua o para preguntarles si prefieren más bien no comer ni beber nada hasta la hora de almuerzo o cena, pero todos los días, a cualquier hora, en cualquiera de las calles de Rayuela que, por cierto, no son rectas sino onduladas, siguiendo las líneas de conformación de las manzanas.
En esto, valga la aclaración, hemos sido un poco heterodoxos, porque el célebre juego de la rayuela tiene casillas cuadradas que conducen de la Tierra al Cielo. Pero de hecho la rayuela es el deporte nacional y tenemos campeones de todas las edades que saltan en un solo pie de casilla en casilla dando cada vez hasta tres volteos al aire, que ya es decir mucho. Las piedritas planas que se impulsa con la punta del pie no son simples guijarros: son diamantes, brillantes, amatistas y bolivianitas porque ya no tienen valor en un mercado por lo demás inexistente, aunque otros prefieren sartas de cascaritas de naranja u otras cuentas de colores.”

Aquí la Alcaldesa hizo un alto en su exposición porque le entraron incontenibles ganas de saltar en una rayuela próxima y no vaciló en hacerlo, con lo bien que destacaban sus maravillosas piernas, la una recogida y la otra desplegada y tiesa para saltar mejor.

El traslado de la capital a la nueva ciudad Rayuela se produce en el marco de los festejos del décimo aniversario del Grito Libertario que fundó la República de Harmonía Libertaria.