TRES DÍAS DE FIESTA EN CRONOPIA
Querid@s cronopi@s:
En menos de una semana nuestra red de blogs ha crecido una barbaridad. ¡Y eso que soy un chambón para insertar textos! Mi apellido es Monroy Blog, pero no me sirve de nada!!!
No sé cómo sobreviví después de tanta alegría acumulada en tres días de fiesta. Ese brillo de tus ojos yo miré y me estremecí, Alcaldesa de Cronopia, instituyó los siguientes días oficiales: El día de la quema de dinero, el día de la caída de los muros y el día de la quema de condones. El Iris, Diario Oficial de la República de Harmonía Libertaria destacó a sus mejores reporteros para cubrir estas felices informaciones.
El viernes último todo estaba dispuesto para la quema de dinero en el parque central de Cronopia. El monumento en bronce a Julio Cortázar dejó de tocar la trompeta para sonreír y el gato que se le enreda entre las piernas lanzó un maullido erótico y cantó una frase de tango: Viejos tangos de mi flor y un gato de porcelana pa’ que no maulle el amor… Y todo a media luz...
Justo a la salida del sol comenzaron a llegar l@s cronopi@s trayendo talegas de dinero. Había euros, dólares, moneda nacional, liras, balboas, pesetas, escudos, sucres… lo que ustedes quieran. Todo ese dinero fue a dar a la pira funeraria y Mestremesí, la Alcaldesa, encendió el fuego disculpándose por contaminar, pero la ocasión valía la dispensa.
Por supuesto algunos vejetes que habían sido banqueros e industriales antes del Grito Libertario que creó la República de Harmonía Libertaria, casi se vuelven locos. Se lanzaron a la pira, se quemaron las manos, uno de ellos se prendió como una antorcha humana y murió, pero aun así lograron rescatar algún dinero. La Alcaldesa los echó de Cronopia. ¡Alas y buen viento! Los hijos y nietos de los vejetes bailaron tregua y catala para despedirlos. ¡Qué quiebre generacional, che! Se fueron a la chingada con todo y dinero, porque en la República de Harmonía no hacen falta para nada. Ni ellos ni el dinero.
Entretanto la Policía voluntaria recorría el parque consultando los antojos de l@s cronopi@s: Señorita, su boquita está seca. ¿Gusta usted un vaso de agua, un jugo de frutas tropicales, un cafecito, una cerveza? Un cronopio gordo tenía aspecto de hambruna y entonces una policía guapísima, vestida con una gasa de colores y con un seno al aire le preguntó si no se le antojaba una mamadita que el gordo cumplió de inmediato. Pero los ojos se le iban a una bandeja de salteñas que la bella dueña del seno desnudo se apresuró en invitarle. A otra señorita cronopia le ofrecieron un pastelillo pero dijo Gracias, prefiero esperar a la hora del almuerzo. Claro. Sabía que ya comenzaban a instalar un gigantesco buffet con ensaladas de colores, fruta de temporada, guarniciones deliciosas y carnes en cocido y a la parrilla PARA TODOS!!!! Como es costumbre en la República de Harmonía, porque la gastronomía es una de las más altas funciones de la administración libertaria.
LA CAÍDA DE LOS MUROS
El sábado tod@s l@s cronopi@s se vistieron con coquetos overoles multicolores, mientras el intendente de la Alcaldía que se llama Ahincadas o labiándose por el monte o el mar trocar Trocadero anapestos trocaico se deciden (Trocadero en forma abreviada), distribuía palas, picos y combos para celebrar el Día de la Caída de los Muros.
Con qué entusiasmo atacaron l@s cronopi@s cuanto muro, verja, reja o valla encontraron a su paso. No dejaron pared en pie e hicieron volar chapas, aldabas y alcayatas que fue un contento. Un niño filósofo comentó que quizá debería cambiarse la denominación del día por El Día de las Puertas Abiertas.
LA QUEMA DE CONDONES
Hace tiempo que l@s médic@s cronopi@s descubrieron que no hay tal virus del Sida, que era una mamada de los ricos para disimular la verdadera causa de esa enfermedad, que es la desnutrición crónica de los pobres que produce inmunodeficiencia.
Como no hay más Sida, Mestremesí, la Alcaldesa, convocó a l@s cronopi@s al Día de la Quema de Condones. Una vez más se contaminó el ambiente, pero valía la pena porque otra vez, ¡por fin!, l@s cronopi@s hacen el amor sin ese espantoso adminículo de plástico. Había que ver con qué entusiasmo l@s cronopi@s se quitaron la ropa y con qué entusiasmo se hacían el amor en pleno parque. Mestremesí, la Alcaldesa, se prendió de un gallardo mozo e hizo lo propio con una gracia verdaderamente divina. Una viejita cronopia comentaba que por eso la habían elegido Alcaldesa: por la delicadeza de su maullido cuando hace el amor.
1 Comments:
me encantaría que eso del sida fuese verdad! en realidad, tengo mis sospechas saludables al respecto
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