Harmonia libertaria: rayuela

Una sociedad universal de pequeñas ciudades libertarias, autogestionarias, ecológicas, un poco urbanas y un poco rurales, con tejados que son jardines comestibles (huertos con flores) y cada manzana (pero manzana redonda, no cuadrada)tenga un parque comunitario que es un huerto.

10.28.2005

Pasajes, fisuras en la realidad, conductos

Pasajes, fisuras en la realidad, conductos

Lo descubrió un taxista cuando todavía vivía en el mundo que dejamos atrás. Luego se vino, habló con Mestremesí, alcaldesa de Cronopia, y ahora su descubrimiento es parte importante de las obras públicas de la ciudad.

Resulta que un buen día tomó un pasajero, un hombre atribulado porque viajaba constantemente a la sede del Gobierno, donde tenía una peguita que apenas le alcanzaba para vivir. Lo malo es que tenía a su novia en ciudad distinta y era una fatiga para él viajar en flota más de 7 horas, o tomar un avión porque le salía muy caro. Era de madrugada y el hombre mascullaba frases incomprensibles hasta que el taxista le preguntó muy amablemente qué le ocurría y si podía serle útil en algo. El hombre le contó sus tribulaciones y el taxista simplemente le puso la mano en el hombro y le reprochó que hubiera tardado tanto en confiarle su problema. Le dijo que él tenía la solución y poco después pasaron por debajo de un puente. Cuando salieron del pequeño túnel ¡estaban en la autopista de la sede del Gobierno! El taxista preguntó dónde era la oficina del hombre y éste indicó la avenida Camacho. Veinte minutos después lo dejó puntualmente allí. El hombre no sabía cómo agradecerle. Le preguntó en principio cuánto le debía y el taxista le dijo que el precio normal de la carrera nomás. Eran menos de diez pesos que se los enfundó con una sonrisa.

--Puedes llamarme cuando quieras –dijo al despedirse.

Un día llegó a Cronopia y pidió hablar con Mestremesí, la alcaldesa. Una extraña facultad le permitía hallar pasajes hacia otras ciudades u otras realidades. Quizá sería luego el atributo mayor de Cronopia, y en general de la República de Harmonía Libertaria. Juntos, entre un besito y algún polvito, estudiaron los lugares más propicios y pronto l@s cronopi@s tuvieron un plano regulador que les indicaba el sitio exacto de esos pasajes. Uno se internaba en ellos, a pie, en bicicleta, en automóvil, en cualquier vehículo y aparecía, por ejemplo, en Rayuela, todavía en construcción, en Cholita Marina, que es una ciudad colorida como un aguayo; en Marilyn, ciudad rubia si las hay; en Chaplin, capital de la risa; en Naranjitay, solar y frutal como su nombre, en fin, en tantas bellas ciudades de Harmonía Libertaria.