Harmonia libertaria: rayuela

Una sociedad universal de pequeñas ciudades libertarias, autogestionarias, ecológicas, un poco urbanas y un poco rurales, con tejados que son jardines comestibles (huertos con flores) y cada manzana (pero manzana redonda, no cuadrada)tenga un parque comunitario que es un huerto.

3.29.2006

Amor y Alimentación: dos asuntos de Estado



Amor y Alimentación: dos asuntos de Estado


Si los políticos tuvieran real conciencia revolucionaria considerarían al Amor y la Alimentación como dos asuntos de Estado que deberían merecer la mayor atención de los gobiernos. No es posible que dos temas tan importantes permanezcan en la esfera de lo privado. ¿Cómo es posible que la alimentación diaria, la nutrición de cada día, esté librada al capricho o, peor, al bolsillo de cada ciudadan@? Unos se martirizan con dietas rigurosas y caras que los convierten en seres desvalidos y verdes; otros comen vísceras y alimentos grasos hasta reventar de gordos; otros comen lo que pueden y cuando pueden. ¿La consecuencia? Un país mal alimentado, con enfermedades latentes y sin cuerpos bellos.

Lo mismo sucede con el amor: ¿cómo es posible que unos pocos acaparen las mujeres (o los hombres) más lindas (o lindos) nada más por el encanto de sus billeteras? A nadie le debería faltar su par amoroso y el Estado debería tener un ministerio especial para atender estos dos asuntos públicos de primera importancia. Porque un pueblo bien nutrido, bien alimentado y con superávit de caricias, automáticamente es un pueblo trabajador, altamente creativo, alegre y feliz.

De todos los revolucionarios que soñaron un mundo mejor, solamente el utopista francés Charles Fourier se atrevió a soñar un nuevo mundo en el cual el Amor y la Alimentación fueran las más altas funciones del Estado. Le puso el nombre de Armonía e incluso diseñó unas comunidades llamadas falansterios donde a nadie debía faltarle alimentación exquisita y los dulces placeres del Amor en la gama más diversa e imaginativa. Su utopía se llamaba Armonía porque tiene una concepción musical.

Las únicas guerras que imaginó Fourier fueron las guerras gastronómicas: un ejército de chefs y gourmets planea un ataque en reunión de estado mayor, y el día de la batalla comienzan a lanzar andanadas de manjares elaborados con recetas muy reservadas. El ejército rival, no enemigo, se da por vencido y prepara la revancha para el día siguiente en que ejecutará maniobras parecidas, hasta que uno de los dos reconozca la superioridad del gusto del otro.

Fourier era partidario de comer hasta 16 veces por día, siempre que los alimentos sean sutiles y no sólo deparen placer en el paladar sino también en una digestión leve para que el alimento se transmute en espíritu.

Fourier era revolucionario, pero ante todo era un poeta.

FUNDACIÓN DE HARMONÍA LIBERTARIA

Pues bien, en homenaje a Charles Fourier se nos ocurrió una idea: como no podemos fundar físicamente una ciudad, un pueblo nuevo, una comunidad real, nos preguntamos por qué no podíamos fundar una República virtual. La fundamos y la bautizamos con el nombre de Harmonía Libertaria. Es un conjunto de ciudades pequeñas, un poco urbanas y un poco rurales, sin suburbios llenos de pobres ni grandes supermercados, donde el amor y la alimentación son parte fundamental de la administración pública. Un ejemplo: imagínense caminando un buen día de esos y que se acerquen dos señoritas policías, pero no para reprimirnos sino para cuidarnos. La oficial de turno, que cumple un servicio voluntario, observa que mis labios están secos y me pregunta si tengo sed, si me antojo un vaso de agua, un cafecito, una lata de cerveza, quizá una salteña, o si prefiero esperar a la hora de almuerzo. A un gesto, otro policía me servirá lo que me antoje. Otro caso: una bella policía me ve triste y cabizbajo; entonces se acerca y pregunta si tengo alguna pena de amor. Me quejo de estar solo y de inmediato toca su pito y aparece una bella voluntaria que aliviará de inmediato mi déficit de caricias.

La ceremonia más importante del día en Harmonía Libertaria es la hora del almuerzo: todos los comunarios de esta República virtual se reúnen en el parque central de cada ciudad donde los espera un buffet gigantesco, servido por chefs y cocineras sonrientes que aconsejan qué comer, cómo comer y cómo no excederse.

¡Cada día somos más porque cada día soñamos un mundo mejor! ¡No olvides enviarnos tus comentarios!

Evasión migratoria en los baños


Evasión migratoria en los baños

El Ministerio de Evasión Migratoria y Papación de Moscas detectó que uno de los sitios más propicios para difundir los programas de migración a nuestra República son los baños familiares. Tomando en cuenta que cada unidad familiar consta de 5 miembros, el baño familiar se convierte a veces en el único sitio de la casa para permanecer solo con uno mismo. Hay gente que desarrolla el hábito de la lectura en el baño probablemente para combatir el horror vacui que se siente frente a paredes minuciosamente blancas o de tonos tranquilos mientras uno se posa decúbito supino en ese curioso embudo de cerámica que la costumbre llama inodoro. Hay gente que sueña con un baño que sea el sitio más importante del hogar con tazas paralelas, horno de microondas, bocadillos, frigobar y un estante con lecturas de libros y revistas propicios. Pero, por lo general, la gente entra al baño sin otro estímulo que despachar cuanto antes esa ceremonia de eliminación de desechos sólidos.

No se necesitó hacer encuestas y sondeos para acomodar allí un producto formidable: un aparato de video que reproduce imágenes sin palabras, con audio hipnótico que ejerce una atracción irresistible en l@s usuari@s. No bien se abisman en la pantalla se olvidan del mundo que dejarán atrás y son literalmente succionad@s a la República de Harmonía mediante un ejercicio inducido de papación de moscas.

Un antiguo ingeniero sanitario observó una ventaja adicional: que la gente se evade y migra a la República de Harmonía, pero deja atrás sus desechos sólidos. Quiza por eso las corrientes de agua en las comunas de Harmonía son cristalinas y potables, porque no reciben desagüe alguno. Es más: no se necesita en absoluto inodoros, baños públicos o basureros, porque todos los desechos se irán Atrás o se quedaron Allá. Lindo ¿no ve?

LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS

Los trabajos y los días

Como no es necesario trabajar al ritmo del mundo que dejamos atrás y se sustituyó la jornada de ocho horas por una vaga reglamentación del servicio civil voluntario, en Harmonía es indiferente que amanezca lunes, miércoles o domingo. En principio se armó sólo el consenso de dejar a cada armónico o libertino la decisión de bautizar el día naciente según su estado de ánimo. Odiar el lunes es un lugar común en el mundo que dejamos atrás, y también en Histeria, pero en Harmonía es un día venturoso por la memoria atávica de las obligaciones laborales y el gusto secreto de la transgresión. Pero en Harmonía basta decidir que hoy no es lunes para disfrutar de un miércoles feriado o de un domingo a media semana. Incluso se generalizó la opción de dar a cada día un nombre único, jamás repetido, o de imaginar una semana más larga, digamos de catorce, veinte o cuarenta días que repiten sus nombres cíclicamente. El éxito de esta opción se generalizó hasta abolir los meses y los años, y pronto se tuvo tal cantidad de nominaciones para cada día como armónicos y libertinos habitaban la República.

¡Qué estimulante resultó que cada día fuera una jornada única, irrepetible, del movimiento del cosmos! El Concejo de Cronopios midió la magnitud de la popularidad de este ejercicio de ruptura del tiempo lineal y decidió ubicar buzones llamativos en cada comuna para recibir nominaciones y escoger al azar aquéllas que anunciaba el portavoz del Concejo cada madrugada, ya por altavoces, ya por medios audiovisuales o por Internet. Así, armónicos y libertinos sabían cada mañana cuál era el nombre propio de cada día y el pronóstico del tiempo y del movimiento musical de la jornada.

Frases como “Hoy es Persiles; hará buen tiempo y se prevé un día allegro ma non presto” hacían cosquillas en el alma de armónicos y libertinos. Como no hay citas laborales ni plazos fatales ni citas de agenda ni obligaciones rutinarias en Harmonía, la gente salía a las calles convirtiendo la denominación de cada día y el pronóstico del tiempo y el movimiento musical en una fiesta.

Naturalmente el Concejo de Cronopios advertía diariamente que el derecho más respetado en Harmonía es el derecho a la disidencia. Si alguien quería aferrarse al calendario gregoriano, ¡muy su gusto! ¿Al calendario cirílico? ¡Of course my horse! Así había gente que leía el viejo calendario al revés, fabricando la serie domingo/sábado/viernes/jueves… que de por sí es estimulante, u otros que aplicaban la misma ilógica a la serie diciembre/noviembre/octubre…

Una idea de los nombres de los días se puede obtener de las siguientes proclamas:

· Hoy es Magnolia; día lluvioso y húmedo; andante maestoso.

· Hoy es Brisa; día fresco y despejado; allegro vivace.

· Hoy es Nube; día nublado y tibio; allegro ma non tropo.

· Hoy es Sirio; día mutante y conjetural…

NÓMINA DE LOS DÍAS (SUSTITUIBLE A CAPRICHO)

Océanide, Claribel, Isis, Clavel, Vian, Rimbaud, Schömberg, Lennon, Pappo, Liebre, Gaviota, Chingolo, Golondrina, Antü, Alejandro, Monchito, Alcibíades, Aspasia, Cleopatria, Cleopetra, Cleopotra, Cleo Putra, Dostowhisky, Scotch-Fizz Gerald, G Caín, Emiliano, Ifigenia, Telémaco, Andrónico, Berónike...






Berónike